A pesar de esto, el Gobierno nacional ya trabaja en una nueva etapa reglamentaria que busca ampliar el alcance del régimen a más tributos.
Por ahora, la norma abarca IVA, impuestos internos y también en las estaciones de servicio, se incluyen el impuesto a los combustibles y al dióxido de carbono. Pero aún quedan afuera otros gravámenes nacionales como el impuesto al cheque, los tributos a la importación y otras cargas de incidencia indirecta.
El nuevo paso reglamentario se encuentra en preparación y consistirá en ampliar la nómina de impuestos incluidos en el detalle fiscal que acompaña a cada operación. Para ello, será necesario estimar la incidencia específica de tributos como el impuesto al cheque o los aranceles aduaneros en cada tipo de bien y servicio.
El objetivo de fondo del régimen es fortalecer la conciencia tributaria de los consumidores. Desde Lógica señalan que la falta de visibilidad del componente impositivo en los precios fue funcional durante décadas a una estructura de gasto y presión fiscal que no recibió el control ciudadano que requería.