La sesión no estuvo exenta de polémicas debido a que el Gobierno Nacional afirma que fue inválida, porque el bloque libertario se retiró en medio del debate. Sin embargo, como la votación fue contundente -52 votos a favor, 5 abstenciones y 16 ausentes- iba a resultar muy difícil para el Poder Ejecutivo sostener la impugnación de lo actuado en el recinto.
Poco tiempo después de la sesión, el Presidente Javier Milei confirmó lo que vetará la ley y advirtió que, si el Congreso no apoya el veto, recurrirá a la Justicia.
Según el artículo 83 de la Constitución Nacional, cuando un presidente veta una ley, esta vuelve al Congreso, allí ambas Cámaras deben alcanzar dos tercios de los votos para rechazar el veto. Es decir, la oposición tendrá que conseguir 172 votos para insistir con el proyecto original, mientras que Milei podrá confirmar su veto con 86 voluntades.