Según informa la entidad, se dió un notable crecimiento en las consultas y visitas a campos, además de una demanda inversora que se mantiene sólida. La oferta de propiedades, especialmente de campos de alta calidad, sigue siendo limitada, lo que acentúa la competencia entre los interesados.
Cabe señalar que aunque las proyecciones son optimistas, la falta de nuevos campos en venta podría convertirse en un desafío si no se amplía la oferta disponible. La Cámara destaca la necesidad de promover políticas que fomenten la incorporación de más propiedades al mercado para sostener este ritmo de crecimiento.
Este documento, reafirma que el mercado inmobiliario rural se encuentra en un momento de dinamismo, con perspectivas alentadoras siempre que las condiciones macroeconómicas y políticas se mantengan estables. Este contexto abre oportunidades tanto para inversores como para productores que busquen optimizar su capital en tierras rurales.