El último informe del ROSGAN recientemente publicado, marca que la suba de precios en la carne en febrero fue de 4,2%, mientras que la inflación fue de 13,2%. Esta brecha se debe a la disminución en el consumo de una población que se ve obligada a modificar su dieta.
Esta caída en el consumo per cápita se profundizó en los dos primeros meses de este año, donde las estadísticas de producción y exportación sugieren un consumo aparente de 44 kilos per cápita contra 48,5 kilos resultantes durante el bimestre anterior.
Marzo es un mes en el cual los precios de la carne vacuna tienden a aumentar, acompañado por el incremento del consumo en los hogares por diferentes variables. Habrá que seguir de cerca esta situación para ver si continúa la tendencia o se modifica como los meses anteriores.
